Exacto triángulo de imágenes emergentes,

acércate en este día de somnolienta dejadez.

 

Ya repican los tambores a lo lejos,

símbolo sincero de la oscuridad que se avecina.

 

Idea limpia de tener tu olor,

ya sé que solo quedará el deseo,

no tengo fuerzas para hacer de otra manera,

solo hay calma en tu cuerpo que no tengo.

 

Paso por calles que no veo,

vacilando entre gente que no existe,

rostros de desidia dibujan el desgarro

de un vacío que tiende a la nada.

 

Ya emerge la sombra que nubla la razón,

desechando las quimeras que alimentan el dulce lecho

donde reposan los gráciles rincones de mi alma que no entrego.

 

Recuerdos de momentos paralelos llegan a mi como un mar de olas negras,

Y saltan en espuma al chocar en mi interior,

y van minando las luces que sostienen

esos momentos de inquietante lucidez

que permiten que pueda vivir un día más.

 

Con fijación en otra vida que no es la mía

y sin embargo me doblega.

 

Apagaré mi deseo con anhelos

en la caída que estoy seguro llegará,

quizás será con recuerdos

de esa tarde en que un Ángel paso por mi ventana.